Despertar 2

Sentada en el cuarto de baño, se miraba al espejo y no se reconocía. ¿Por qué había actuado así? ¿Por qué huir? Siempre le había costado tirar de una relación, pero esta vez ya no había marcha atrás.
Echaba de menos aquellos ojos que ahora se colaban como estrellas fugaces cada vez que pestañeaba.
Y las lágrimas brotaban.
Y no quería mirar atrás, pero delante no había nada. Un vacío inmenso que la aterraba.
¿Por qué una llamada? ¿Por qué esas palabras? Tenía miedo al rechazo, a que él no comprendiese su reacción.
Ahora todo daba igual.
Y sonó el móvil. Una duda. Tres tonos y el silencio.
Al instante llegó un sms. Dos palabras. Lágrimas. Alegría.
Era él.