El sueño invasor
Cuesta mantener abiertos los ojos. Tras un puente tan largo, donde el cuerpo empieza a acostumbrarse a nuevas normas, a nuevos hábitos, lo volvemos a maltratar. La noche se hizo eterna, apenas el descanso pudo vencer al cansancio. Parecía que los sueños se volvían infinitos y que el día no llegaba, pero simplemente, como me ocurre en estas ocasiones, estaba alerta a oir el despertador.
Al menos la semana que viene ganaré media hora a la noche......
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home